El proyecto nacionalista de la
Eugenesia y el caso de las esterilizaciones forzadas en el Perú
Por: Vanessa Verástegui Ollé
Maestría de Antropología con mención en estudios Andinos
PUCP
¿Políticas Públicas de Salud, Misoginia o Limpieza Racial?
“Nosotros decidimos
tener solo dos hijos. Por eso elegimos el método de ligadura de trompas y somos
felices”[1]
“Luego de la ligadura o
vasectomía encontrarás la felicidad”[2]
Los epígrafes que abren este ensayo fueron las consignas de
la campaña de planificación familiar que se promovió entre los años 1999- 2002
durante el mandato de Alberto Fujimori.
Tras la aprobación de la Ley General de Población[3], en 1995, se
esterilizaron en el Perú a más de 300 mil mujeres bajo el rótulo de
“Anticoncepciones Quirúrgica Voluntarias” como una medida extrema de
planificación familiar, para lo cual se solicitaba solo el consentimiento
firmado de la persona[4], aunque en la
práctica real se contravino esta condición.
En el marco de la Conferencia
Internacional de Población y Desarrollo
del Cairo (1994)[5] cobraron importancia los temas de la salud
sexual y reproductiva para la reducción de la mortalidad materna e infantil, y
con ello, se esperaba lograr el
desarrollo social y bienestar de la mujer. El gobierno de Fujimori se
comprometió a brindar gratuitamente los métodos anticonceptivos y los servicios
de planificación familiar a los/as usuarios/as de salud.
A partir del año 1996, se aprobó el Programa Nacional de
Salud Reproductiva y Planificación familiar 1996-2000, el mismo que
subrayaba la gratuidad de los servicios, el método de anticoncepción,
incluyendo la cirugía de esterilización[6].
Este programa si bien implicó una serie de esterilizaciones quirúrgicas
en mujeres y la vasectomía en los varones, los testimonios y las denuncias
recogidas por la dirigente campesina, Hilaria Supa Huamán[7] demostraron que las víctimas fueron en la
mayoría de los casos mujeres indígenas quechuahablantes[8].
Desde entonces el Ministerio de Salud y el Instituto Peruano
de Seguridad Social emprendieron una masiva campaña de planificación familiar
animados con “festivales de salud” en la sierra, selva y zonas urbanas
populares. Se realizaron actividades festivas, deportivas, campañas de
ligaduras de trompas, campañas preventivas promocionales, spots radiales y
esterilizaciones “al paso”, llegando a
intervenir a 90 mujeres por día[9].
En el presente ensayo se abordará la correlación que existe
entre el caso de las esterilizaciones forzadas aplicadas en el Perú y la eugenesia[10] como una Política de Control Poblacional y no una
Política de Salud Reproductiva. El discurso eugenésico persiste actualmente de
manera subrepticia en el discurso oficial del Estado sobre el control de la
natalidad “a favor de la salud y el bienestar de la población más pobre”.
Este discurso eugenésico se recicla y se reconfigura en
nuevas narrativas y se pone en práctica con la aplicación de un Programa de la
Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria (AQV) en el que intervinieron los
criterios de raza, género y clase, por el cual las mujeres quechuahablantes,
indígenas pobres de la sierra y selva fueron las más perjudicadas. La misoginia
está presente en estas prácticas de esterilización forzadas y se evidencian en
los testimonios de las mujeres, quienes admitieron haber sido exhortadas, entre
artimañas y violencia psicológica, a someterse a las mismas.
Sobre las esterilizaciones forzadas en el Perú existen tres
informes oficiales. El primero, el Informe Final de la Comisión Especial (2001) del que Hilaria Supa
Huamán[11] fue parte; los reportes de
CLADEM: “Silencio y Complicidad. Violencia Contra las Mujeres en los Servicios
Públicos de Salud en el Perú” (1998) y “Nada personal. El reporte de derechos humanos sobre la
aplicación de la anticoncepción quirúrgica en el Perú” (1999). Estas
investigaciones demostraron que la aplicación de las AQV no fue realmente
voluntaria como estaba estipulado en la Ley General de Salud según la cual nadie podía ser sometido a tratamiento
quirúrgico sin su consentimiento previo. Asimismo, consagraba el derecho de
toda persona a elegir libremente el método anticonceptivo de su
preferencia[12]. Con el siguiente
testimonio se prueba cómo se arremetió contra este principio del consentimiento
informado de una mujer de la comunidad de Santiago de Pupuja, Anta, dado que no
se le consultó -como la persona dueña de
su cuerpo- sino a su cónyuge:
“Me operaron el 12 de noviembre de 1997 en la posta de salud
de Limatambo cuando tenía 22 años en circunstancias cuando iba al chequeo de mi
hijo menor. La obstetriz Elvira no sé su apellido, me convenció. En la asamblea
comunal llegaron las enfermeras de la posta de salud de Limatambo informando
sobre la ligadura. Hicieron firmar a varios hombres, dentro de ellos a mi
esposo. Yo nunca firmé ninguna autorización… “[13]
Prueba de ello es el de una mujer de Manta (Cusco) cuyo
esposo, que no sabía leer, fue obligado a firmar el documento ignorando que el
fin era la esterilización de su mujer:
“Me buscaron muchas veces para convencerme de operarme. A mi
esposo le hicieron firmar un papel y le dijeron que me van a hacer curar, pero
como era analfabeto, no sabía lo que decía el documento, además amenazaron a mi
esposo que si no me presentaba en la posta, la policía lo llevaría preso a él.
Mi esposo de miedo me obligó ir…”[14]
Estos testimonios y denuncias demuestran la política de
control de natalidad del gobierno de la década del noventa y la manera como
pretendía privilegiar las esterilizaciones quirúrgicas sobre otros métodos de
anticoncepción:
“Estaba dando a luz en mi casa, y mi esposo fue al centro de
salud de Anta (Cusco) para que venga
la enfermera a darme atención
médica. Cuando la enfermera vino a mi
casa me dijo que no me cuide con pastillas ni inyecciones porque eso hacía daño
y me dijo que la ligadura era el mejor método y que debía operarme…”[15]
Igualmente, los testimonios denunciaron la entrega de cuotas
de captación a los agentes de salud en dinero o especies por cada usuaria; la manipulación de la condición de pobreza y la
presión sistemática individual mediante visitas domiciliarias como artificios
para convencer tanto a la intervenida como al cónyuge al sometimiento
quirúrgico de esterilización; además de
la omisión de información sobre riesgos, precauciones y cuidados
postoperatorios. Estos hechos sacaron a la luz las negativas de los prestadores
de salud a la aplicación o entrega de otro método que no fuera la AQV.
El siguiente testimonio[16] pertenece a una mujer de Anta,
operada sin haber firmado el documento
de consentimiento informado luego de acudir al hospital para dar a luz. Los
delitos en que la autoridad incurrió fueron los de negligencia médica y engaño,
además de haberle provocado secuelas físicas a la víctima:
“Di a luz en el centro de salud de Izcuchacca. De ala en
casa, comencé a sangrar. Tuve que regresar al centro de salud. Al revisarme, el
médico vio que habían olvidado 4 gasas. Al sacarla y sin consultarme fui
operada en el centro de salud de Izcuchaca el 25 de junio de 1997. No firmé
ningún documento. Sólo me enteré que había sido operada en el mismo momento en
que sacaban las gasas…Siempre tengo dolores y abundante sangrado.”[17]
Las negligencias médicas produjeron infecciones y muertes a
muchas mujeres. Es el caso de los
testimonios de los vecinos de la señora Magna, el de su esposo y el de su hijo, los cuales revelan el
deceso de la mujer en la sala de emergencia del Hospital Rural de Tocache:
“…le negaron la atención médica argumentando que la Campaña
de Ligadura de Trompas había concluido”.[18]
“Entonces mi hijo corrió y llamó a los enfermeros, varios
entraron y dijeron: Hay que echarle aire, hay que quitarle el suero. Le
pusieron una máscara de oxígeno que tuvo hasta que murió.” [19]
En el reporte “Silencio y Complicidad” se informa que las
enfermeras y promotoras presionaban constantemente a las campesinas a ligarse
las trompas bajo violencia psicológica:
“Nos decían que éramos animales, ignorantes, si no
aceptábamos ligarnos.”[20]
“Cuando íbamos al pueblo para hacernos ver, ni caso nos
hacían en el hospital, como asco nos tenían. Y ahora, nos buscan todo el tiempo
diciéndonos para la ligadura. Algunas (promotoras) comenzaban hablando bonito,
pero si decíamos que no, no aceptaban y nos decían ignorantes, nos gritaban,
qué íbamos a hacer” [21]
El testimonio de una campesina analfabeta de Anta, Cusco,
[22]muestra cómo fue esterilizada a la fuerza con engaños y violencia:
“En mayo de 1997 fui visitada por una enfermera (no recuerdo el apellido) quien ya me había
buscado varias veces. Mi esposo se niega
a la enfermera a recibir a la enfermera pues ya había escuchado en la calle que
cortaban mujeres para que no tuviera hijos. Sin embargo, 2 enfermeras me ubicaron
y envuelta en una frazada y diciendo que me iban poner una inyección para la
anemia, me llevaron a la posta. Cuando llegué a la posta, me dijeron que para
evitar hijos con anemia, me iban a ligar pues así me iban a curar…Asustada
quise escapar pero lograron meterme a la sala. Me acostaron en el piso atada
por las manos. Pedí que no me cortaran
pues tenía la T de cobre. Me contestaron que me la sacarían y que no pasaría
nada. Y que además mi esposo había firmado y que la operación solo duraría un
año…”[23]
En el informe de CLADEM “Nada personal” se ha publicado el
testimonio de una mujer campesina quechuahablante, analfabeta, de Mantoclla,
quien revela también haber sido llevada a la fuerza por una enfermera y un
sanitario; denuncian asimismo el uso de AQV como manipulación de la pobreza por
parte de los agentes de salud: “… si te ligas va haber más alimentos, porque si
no vas a parir todos los años como conejo…”[24]
El discurso de la lucha contra la pobreza era el lenguaje
oficial del Estado como un pretexto para realizar extorsiones y esterilizaciones forzadas a las mujeres en las políticas públicas de salud
reproductiva. Así lo ilustra el testimonio de otra mujer quechuahablante[25],
quien fuera visitada en su casa por una enfermera en tres ocasiones para
convencerla de operarse, ya que carecía
de recursos económicos para la educación de sus hijos:
“La primera vez que me exigieron, diciendo: hazte ligar y
tratar para que ya no tengas más hijos. Ahora ya no es fácil tener tantos
hijos, después te puedes lamentar. También dijo que, según el gobierno
solamente, los ricos podrán educar a sus hijos…Anímate de una vez, el 28 de
mayo vamos a hacer la ligadura. ¡Anda!...”[26]
La cita de la dirigente campesina Hilaria Supa Huamán es una
prueba de cómo la eugenesia se proyectó
en el cuerpo femenino como una política de reproducción biológica de la
nación, [27]en un intento de limpieza
étnica y racial.
“Cuando denunciamos en Lima que muchas mujeres sufrían
dolores por las intervenciones quirúrgicas, las autoridades nos decían que eso
no se debía a la ligadura de trompas, sino porque éramos sucias, ignorantes y
flojas”.[28]
Estos calificativos de sucias, ignorantes y flojas develan
que el racismo todavía persiste y nos traslada al Perú oligárquico del siglo
pasado, época en que la élite intelectual difundía escritos sobre la
superioridad de la cultura occidental y de la raza blanca europea,
influenciados por el positivismo y el racismo científico del siglo XVIII.
[29]Nos traen a la memoria también los pensamientos radicales de Clemente
Palma,[30] Alejandro Deustua[31] o
Manuel Atanasio Fuentes,[32] quienes
compartían la imagen del indígena como una raza degenerada, solo rescatable por
medio del mestizaje cultural y biológico.
La eugenesia era el
discurso científico racista de la medicina basada en la genética y en las leyes
mendelianas[33] para salvaguardar la raza en el supuesto de que la herencia
perpetuaba no solo las características físicas de los fenotipos sino también
las enfermedades psíquicas y patológicas (sífilis, tuberculosis, alcoholismo,
tumores, neurosis y perturbaciones al sistema nervioso). Por tanto, la
eugenesia desestimó ciertas mezclas raciales con grupos étnicos considerados
inferiores, como el asiático y el africano. En el Perú, el discurso eugenésico
médico fue introducido tras la derrota
peruana en la guerra con Chile. La derrota sufrida por los peruanos
mermó la autoestima del país como nación. El proyecto nacionalista de entonces
quiso revertir la imagen de la nación peruana civilizando a su población
mediante el control de la sexualidad femenina como un medio para la propagación
y perpetuación de la especie humana.
Para la historiadora María Emma Mannarelli, tras analizar diversas tesis
de grado de bachiller en medicina[34], la eugenesia fue el correlato del
racismo científico en la medicina. Ella demostró que tanto la eugenesia como el racismo científico influyeron
en el discurso médico al encontrar asiduamente las ideas de la
“superioridad e inferioridad de las razas” en
citas médicas:
“La Eugenesia pretende luchar contra todos los factores de
inferioridad racial, de inferioridad biológica, ya que el factor racial y el
biológico son el soporte de la hegemonía étnica y como en la especie humana se
siguen las reglas generales de la multiplicación de los seres bisexuados, es
necesario que la Eugenesia ocupe un lugar preponderante en las formas actuales
que la humanidad de Occidente acepta para propagarse…”[35]
En el discurso médico
también se podía leer la misoginia cuando se trataba la naturaleza reproductiva, biológica de las
mujeres, para engendrar individuos sanos sin deformaciones patológicas y
proliferar la masa humana. Para ello, el discurso médico intentó inculcar una
cultura higienista con una serie de
prescripciones a fin de reducir la alta tasa de mortalidad infantil y la
mortalidad materna.[36]
Como bien lo señala la socióloga israelita Nira Yuval Davis,
las mujeres por su rol natural de parir, no son consideradas como personas,
individuos, trabajadoras y esposas, sino como miembros de colectividades
nacionales[37]; son como “productoras
biológicas de niños/personas; las mujeres, por lo tanto, también dan a luz al
colectivo”.[38] Se puede advertir en el estudio de Mannarelli una
reiteración constante de la
misoginia médica en la idea de considerar ignorantes y sucias
a las mujeres y en cosificar el aparato reproductivo como indispensable para la
concepción.[39]
A propósito de los proyectos nacionalistas de control de
población, Nira Yuval Davis sostiene que comprenden uno o más discursos según
el contexto histórico. Ella menciona a
tres como los principales: gente como poder; discurso eugenésico y discurso
maltusiano.[40]
Sobre el discurso eugenésico, Yuval señala que es la búsqueda
de la mejora de la calidad de la nación, alentando a los que son adecuados a
tener más niños según raza y clase y desalentando a otros. [41] Ello se percibe
en el proyecto nacionalista del siglo XIX porque las políticas eugenésicas
incrementaban la masa poblacional; la procreación de individuos sanos en bien
de los futuros ciudadanos, sin mezclarse con razas “inferiores”. Entonces se
condenó tener relaciones sexuales y contraer matrimonio con dichas razas por
ser vistas como impuras, contaminantes, indeseables porque podía degenerar la
raza. [42] En tanto, el proyecto nacionalista a fines del siglo XX (1999-2002),
estuvo más bien orientado a reducir la tasa de natalidad y el crecimiento de la
población.
Al mismo tiempo del “discurso eugenésico” se dibuja el
discurso de la “gente como poder”, que considera el mantenimiento y la
ampliación de la población de la colectividad nacional como vital para el
interés nacional. [43] Así, calidad y cantidad son variables que se involucran
en el proyecto nacionalista de control poblacional del siglo pasado.
De acuerdo a la propuesta teórica de Nira Yuval Davis, el
Programa de las Anticoncepciones Quirúrgicas Voluntarias (AQV) se ajusta al
discurso malthusiano y también al discurso eugenésico. Al primero, porque el
discurso malthusiano busca la reducción demográfica de los niños para prevenir
futuros desastres como la hambruna.[44] Y al discurso eugenésico, porque si
bien el discurso oficial del Estado discurría sobre la base de la salud y el
bienestar para la población pobre, el proyecto nacionalista de control de
población de Alberto Fujimori estuvo enfocado en mejorar la “calidad” de la
nación peruana, demostrando de esta manera el racismo hacia el/la indígena como
contaminante, impuro e indeseable.
Por lo tanto, la política nacionalista de eugenesia del ex
dictador Alberto Fujimori involucraría
“cantidad” y “calidad”; o sea la disminución de la raza indígena con el fin
de alcanzar la “raza perfecta”; tal cual
fuera proclamado en el Perú a principios del siglo pasado. El gobierno de
Fujimori se propuso como meta reducir la tasa de crecimiento poblacional
mediante la reducción de la tasa de fecundidad. Para el año 1995, se planteó
llegar a la tasa poblacional de 1.9 frente a la cifra de 2.1 de 1991; así como
reducir la tasa de fecundidad de 3.5, en 1991 a 3.0 para 1995. [45]Para ello
se ofrecieron incentivos a los
profesionales de salud en el sentido de que consiguieran esterilizar a un mayor
número de personas y se sancionó a los que no cumplían con las metas
establecidas. [46]
Los siguientes testimonios de agentes de salud, reunidos por
el equipo de investigación de la Comisión Especial sobre Actividades de
Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria
(AQV) demuestran lo dicho:
“Mire las metas eran fijadas de acuerdo a los indicadores
demográficos, si usted en un departamento tenía digamos 5 ó 4 hijos por pareja
lógicamente que había que hacer un poquito más de presión, en cuanto lo que es
el método de planificación familiar.” [47]
“Nosotros habíamos estratificado de acuerdo a la zona donde
hubiese mayor concentración, la mayor cantidad de mujeres con más de 4 hijos y
ese fue el criterio que nosotros utilizamos para hacer énfasis. No había
directiva escrita sino verbal, todo el mundo decía que había que hacer énfasis
en la ligadura porque es un método definitivo.”[48]
“… y es más empezaron a amenazar, que si no traían tantas
mamás para las ligaduras, o sea corrían pues el peligro de ser despedidas,
entonces, prácticamente les han obligado a las chicas…Bastante presión, y hasta
ahora, o sea nosotros nos miden por metas programadas.”[49]
El informe final de la referida comisión especial sobre los
AQV señala que -según los testimonios recolectados- desde 1994 se seleccionó un
grupo de médicos militares de 25 militares del Ejército, Fuerza Aérea y Policía
Nacional para diseñar el proyecto “Plan de Contingencia y Emergencia AQV” para
detener el crecimiento demográfico siendo los “conejillo de indias” los pobres
e indígenas, considerados por el Estado como excedentes, inferiores y atrasados:
“Ha quedado demostrado la necesidad de frenar lo más pronto
posible el crecimiento demográfico y urge, adicionalmente un tratamiento para
los excedentes existentes utilización generalizada de esterilización en los
grupos culturalmente atrasados y económicamente pauperizados. Sin estas cargas
innecesarias, se facilitaría al acceso de grupos familiares débiles a cierto
nivel de bienestar…Los métodos compulsivos deben tener sólo” el carácter
experimental, pero debe ser norma en todos los centros de salud a la ligadura
de trompas”.[50]
Según la Comisión Especial, este Plan de Contingencia AQV
formaba parte del plan militar llamado Plan Verde, que planteaba el extermino
de la población excedente, considerada nociva para la raza humana en cuyo extracto se ilustra lo dicho:
“…aplicar un plan que pretenda la eliminación del excedente
poblacional y los sectores nocivos de la población. Consideramos a los
subversivos y a sus familiares directos, a los agitadores profesionales, a los
elementos delincuenciales y a los traficantes de pasta básica de cocaína como
excedente poblacional nocivo…para estos sectores dado su carácter de
incorregibles y la carencia de recursos…sólo queda su exterminio total”[51]
Si pasamos revista al concepto de la eugenesia en 1883 por
Francisco Galton y a la publicación médica de un congreso sobre la eugenesia
que tuvo lugar en Londres (1912), se advierte la presencia de esta ideología
sobre el mejoramiento de la raza en el Proyecto Nacionalista de fines del siglo
XX:
“El estudio de los factores sometidos al control de la
sociedad y susceptibles de modificar las cualidades raciales de las
generaciones futuras”[52]
“Ciencia que estudia los medios para perfeccionar la raza
humana a través de la mejora del vigor y salud de la prole…”[53]
La proliferación de
indígenas, quechuahablantes y pobres debía evitarse. Para garantizarlo se
aprobó la gratuidad de los métodos anticonceptivos, incluyendo las AQV,[54] así
como el servicio gratuito de planificación familiar. Como bien señala Paul
Ehrlich, las políticas poblacionales en el Tercer Mundo combinan la explicación
o el conocimiento con el pretexto de “salir de la pobreza” con el temor racista
de ser inundados por los “Otros”, los no occidentales.[55]
La consigna difundida en una banderola: “Solo debes tener los
hijos que puedes mantener”[56] y los
mensajes radiales: “ya no es tiempo de tener más hijos. La única solución para evitarlo es la ligadura de trompas[57]”;
“gratuito, gratuito, ven a tu centro de salud y amárrate para no tener más
hijos y ser un trome”,[58] permiten dar una lectura del discurso eugenésico y
del maltusiano, puesto que están sujetos al poder de las narrativas que
sostienen la pobreza, la miseria y las hambrunas en el Tercer Mundo. En el
informe final de la comisión especial
sobre AQV se indica que en uno de los afiches de la campaña se aludía a
una familia que es pobre por tener muchos hijos, y que los padres que tienen
muchos hijos son culpables de su pobreza.[59]
Como diría Foucault, sexo, saber y poder se imbricaron en el
proyecto nacionalista del siglo XX, ya que mediante el instrumento de la
sexualidad femenina y la supuesta verdad de la pobreza se intentó controlar los
nacimientos de indígenas/andinos/as pobres -considerados/as solo como seres
biológicos y anónimos- que formaban parte de la masa.
Para Michael Foucault, las relaciones entre sexo, saber y
poder configuran el biopoder que se
ejerce no externamente, sino a través de los
conocimientos de la salud y de la medicina. Estas son formas de ejercer
poder para producir verdades con el fin de determinar cuáles serían las
políticas públicas para el bienestar de la población. Así, la política
eugenésica del Estado peruano devino en el biopoder[60] que, para el bienestar
de los hegemónicos y de los superiores, arremetió contra los que constituían
una amenaza, es decir, contra la población indígena bajo la forma de política de salud.
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Fiscal de la Nación en setiembre del 2001.
En:
http://www.mamfundacional.org/ef/Testimonios-Mujeres-de-Anta-AQV.pdf
[1] Consigna de la campaña que se llevó a cabo en San
Lorenzo, Alto Amazonas, departamento de Loreto, octubre de 1996. En: Informe de CLADEM- Comité de América Latina y el Caribe para la
defensa de los derechos de la mujer. “Nada Personal”. Reporte de Derechos
Humanos sobre la aplicación de la anticoncepción quirúrgica en el Perú
1996-1998. Pp. 71.
[2] Consigna de un folleto de la campaña. “Informe Final de la Comisión Especial Sobre
Actividades de Anticoncepción Quirúrgica”. Lima- Perú. Julio del 2002. P. 81.
En: http://www.mamfundacional.org/ef/Informe-Final.pdf
[3] Ley 26530, aprobada
el 9 de setiembre de 1995. Esta ley
reemplazó la “Ley de Política
Nacional de Población” de Fernando Belaúnde Ferry la cual
no incluía las esterilizaciones
quirúrgicas como un método de planificación familiar.
[4] Ideele. “Se puede ligar los derechos”. En:
http://www.idl.org.pe/idlrev/revistas/119/pag53.htm
[5] Realizada del 5 al 13 de setiembre de 1994.
[6] Con la
promulgación de la Ley General de Salud, en 1997. En: Informe Final de la Comisión especial
sobre Actividades de Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria AQV. Opcit. Pp.21-23
[7] Hilaria Supa
Huamán es actualmente congresista de Unión por el Perú. En el 2001 viajó
a Lima para entregar a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso los 12
testimonios de mujeres campesinas de
Anta (Cusco) quienes fueron sometidas a las AQV. Ha sido impulsora de la
campaña Por Verdad, Justicia y
reparación para mujeres que fueron esterilizadas contra su voluntad” en el 2001.
En el 20005 la postularon al Premio Nóbel de la Paz. En:
http://www.congreso.gob.pe/congresista/2006/hsupa/_hoja-vida.htm
[8] Según el Informe Final
de la Comisión Especial sobre las Actividades Quirúrgicas Voluntarias,
el MINSA - Ministerio de Salud, entre el período 1993- 2000, realizó 346,
219 ligaduras y 24,535 vasectomías. P. 30.
[9] En estos festivales de salud se implementaban carpas en
donde se realizaban las esterilizaciones quirúrgicas luego de convencer a las
mujeres.
[10] La eugenesia fue una ideología científica de la medicina
para el mejoramiento de la raza, que imperó en Europa y en Latinoamérica a
fines del siglo XIX y principios del siglo XX. La primera Conferencia Panamericana sobre Eugenesia tuvo lugar en La
Habana, Cuba en el año 1927. La segunda en Buenos Aires (1934) y la tercera en
Bogotá (1938). En el texto “En busca de
la raza perfecta. Eugenesia e higiene en Cuba” (1898-1958) de Armando García
Gonzáles se destaca que existen dos concepciones de eugenesia, una latina que se
caracteriza por los principios de corte higiénico-sanitario y la anglosajona,
que pone énfasis en la herencia. Rosa Medina Doménich. En: Eugenesia y formas
de hacer historia. Cuestiones para el debate.
DYNAMIS. Acta Hisp. Med. Sci. Hist. Illus. 2004,
24. Pp. 291-305.
En:
http://www.raco.cat/index.php/Dynamis/article/viewFile/113917/142103
[11] Esta comisión estaba integrada también por Juan Succa
Rahme; Maita García Trovato y Esperanza Reyes Solari. Pp.21-23
[12] Artículo 6 de la Ley General de Salud. En: Informe
final de la Comisión Especial Sobre las
Actividades Quirúrgicas Voluntarias. 2001.
P.22.
[13] Testimonio Nº 7 de Mery Velásquez Delgado, de 26 años.
En: http://www.mamfundacional.org/ef/Testimonios-Mujeres-de-Anta-AQV.pdf
[14] Testimonio Nº 1 de Dolores Quispe Vasquez de 32
años. Fue operada en la posta de médica
de Mollepata el 26 de abril de 1997. Recolectado por la congresista Hilaria
Supa. En: http://www.mamfundacional.org/ef/Testimonios-Mujeres-de-Anta-AQV.pdf
[15] Testimonio de Aurelia Cusi Libra, mujer de 35 años,
operada en el Centro de Salud de Anta en marzo de 1988. Es el
testimonio Nº 6, recolectado por la congresista Hilaria Supa.
[16] Recogido por la congresista Hilaria Supa.
[17] Testimonio Nº 12 de Hilaria Huamán Huillca, mujer de 45
años..
En:
http://www.mamfundacional.org/ef/Testimonios-Mujeres-de-Anta-AQV.pdf
[18] Relato de los vecinos de la señora Magna. Ibidem. P. 68.
[19] Testimonio del hijo de la señora Magna. Ibidem.
[20] Testimonio publicado por la investigación de CLADEM el
cual fue recogido en noviembre de 1997 mediante entrevistas colectivas a
organizaciones de mujeres urbanas y rurales. En: “Silencio y complicidad.
Violencia contra la mujer en los servicios públicos de salud en el Perú”. P.66.
[21] Testimonio de una comunera, recogido el 25 de noviembre
en una entrevista colectiva. Ibidem. Pp.
66-67
[22] Testimonio recogido por Hilaria Supa.
[23] Testimonio Nº 11
de Florencia Huaylas Vásquez de 44 años. En:
http://www.mamfundacional.org/ef/Testimonios-Mujeres-de-Anta-AQV.pdf
[24] Testimonio traducido al español por el equipo de
investigación de CLADEM y publicado
en el informe “Nada Personal”. Pp.
94-95.
[25] Testimonios publicados en el informe final de CLADEM,
“Nada Personal.
[26] Testimonio de mujer agricultora de 29 años con cuatro hijos. Fue conducida a la fuerza por la enfermera al Centro de Salud de Izcucha el 27 de mayo para ligarse las
trompas. Publicado por CLADEM. En: Nada
personal P. 91-93.
[27] La idea de la mujer
como reproducción biológica de la nación es desarrollada por Nira Yuval Davis
en su texto de Género y Nación; en el capítulo 2, “Las mujeres y la
reproducción biológica de la nación”. Flora Tristán. Pp. 47- 63.
[28] En:
http://www.rebelion.org/noticias/2006/7/34861.pdf
[29] Difundido en Europa entre 1870 y 1940 junto con las
teorías darvinistas, con las que se
interpretó la superioridad e inferioridad de las razas y con las que se
justificó el progreso y la barbarie de los pueblos.
[30] Clemente Palma se basó en las ideas del racismo científico, del francés Le Bon, que
consistió en asociar las especies animales con las razas humanas. En su
tesis de bachiller “El Porvenir de las razas” acerca de la población
indígena señaló: “…raza inferior, sorprendida
en los albores de su vida intelectual por la conquista…”
[31] Para Alejandro Deustua, el indígena era naturalmente
inferior e imposible de salvarlo moralmente ni con la educación. Citado por Nelson Manrique. En: La Piel y la
Pluma. Escritos sobre literatura, etnicidad y racismo. Sur Casa de Estudios del Socialismo: 69.
[32] Para Manuel Atanasio Fuentes el indígena era “ignorante,
tramposo y sucio”.
[33] La teoría de la herencia de Mendel propagado por el
racismo científico
[34] En su texto “Limpias y Modernas. Género, higiene y
cultura en la Lima del novecientos”; publicado por el Centro de la Mujer
Peruana,1999. Las tesis eran de la Facultade San Fernando de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
[35] María Emma Mannarelli. Ibidem. Pp. 254.
[36] Manarelli sostiene que las condiciones de salubridad en
los hospitales eran precarias causando infecciones, mortalidad materna en el
pre-pos parto, puerperio y mortalidad infantil.
[37] Nira Yuval Davis. Opcit.P.42.
[38] En: “The
Berarers of the collective women and religious.
Legislation in Israel, Feminist
Review. Nº 4:
15-27.” 1980. Citado por Nira Yuval
Davis en Género y Nación. Pp.47.
[39] La proliferación de los sujetos dependía de la educación
a las mujeres en nutrición, higiene y puericultura
por parte de la salud pública debido a que las madres y gestantes eran bastantes negligentes y descuidadas.
[40] Nira Yuval Davis.
Op. cit. Pp. 42, 51. 2004
[41] Ibidem. P. 42.
[42] Las razas consideradas proclives a perpetuar
características inmorales -como la
lujuria, el salvajismo, el primitivismo- eran las africanas y las asiáticas.
Sobre el pensamiento racista de la época aristocrática, revísese el texto de Nelson Manrique “La Piel
y la Pluma. Escritos sobre literatura, etnicidad y racismo. Sur Casa de Estudios del Socialismo”. También el texto de Gonzalo Portocarrero “El
fundamento invisible: función y lugar de las ideas racistas en la República
Aristocrática”. En: Mundos Interiores. Lima 1850-1950 (2004)
[43] Nira Yuval Davis. Ocpit.
[44] Denominado así en nombre del británico Thomas Malthus
quien predijo que antes de 1899, el planeta no soportaría a la población humana
que aumenta aceleradamente en proporciones mayores que los recursos
alimenticios.
[45] En: “Nada Personal”. Pp15-16.
[46] Informe especial sobre las AQV. P. 130.
[47] Op.cit. 43.
[48] Ibidem. P. 42.
[49] Testimonio de una enfermera del MINSA. Ibidem. P.54.
[50] Nota: El informe final señala textualmente que la
Comisión da a conocer públicamente este proyecto de Estado sobre el
cual no se pronuncia, sin embargo, considera que tiene un valor ilustrativo
para futuras investigaciones sobre su validez.
También refiere que el párrafo
mostrado había sido ya publicado por la
Revista Oiga el 12 de julio de 1993 como “Primicia Especial. “ Historia de una
Traición, Muchos ministerios quedarán revelados al conocerse el Plan Militar
que se consolidó el 5-4-92”.
Pp.73-74. En:
http://www.mamfundacional.org/ef/Informe-Final.pdf
[51] Ibidem. P.74.
[52] María Emma Mannarelli. Op.cit. Pp. 249-250.
[53] En el Congreso de Eugenesia en Londres (1917). Citado
por Fabiola Rodhen en su artículo “Medicina, estado y reproducción en el Brasil
de inicios del siglo XX2. 2007..
En: http://www.flacso.org.ec/docs/i28rhoden.pdf
[54] Aprobado por la Resolución Ministerial Nº 071-96-SA/DM, en 1996. En: Informe Final
de la Comisión especial sobre Actividades de Anticoncepción Quirúrgica
Voluntaria AQV. Lima- Perú. Julio del 2002.
Pp.21-23
[55] En: “The Population Bomb”. Universidad de Stanford.
1968. P. 57.
Es importante señalar que en el supuesto Plan de Contingencia
y Emergencia AQV que el informe final de la comisión cita, no se especifica
exterminar a un grupo étnico en particular, no obstante, es sabido que los
pobres en el Perú son justamente indígenas rurales, población a la
que se sometió a las esterilizaciones forzadas.
También, cabe dejar en claro, que el Informe Final de la Comisión Especial, no da luces más
sobre el supuesto Plan de Contingencia y
Emergencia AQV. De proseguir con las investigaciones y demostrarse su
existencia del mismo, estaríamos hablando de un Proyecto Nacionalista sujeto a interpretarse como “discurso
maltusiano” y “discurso eugenésico” para
evitar el crecimiento de generaciones pobres.
[56] Consigna de la campaña que se realizó en Jaberos, Alto
Amazonas, departamento de Loreto.e América. “Nada Personal. Op.cit. Pp. 71.
[57] Testimonio de S/N. 31 años de edad. Ligada en 1997.
“Nada Personal”. Ibidem.
[58] Informe Final de
la Comisión Especial Sobre Actividades de Anticoncepción Quirúrgica. P. 82. En:
http://www.mamfundacional.org/ef/Informe-Final.pdf
[59] Ibidem.
[60] Norma Fuller. “Foucault: Las Ciencias Sociales como
productoras de identidades” En: Después de Michael Foucault. El poder, el saber,
el cuerpo. Casa de Estudios del
Socialismo Sur. 2006. P.91-96.
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